Este año la vida me llevo por
caminos de piedra y algunos polvorientos, de pueblos lejanos hermanos que me
enseñaron, que somos todos parte de esta, Abya Ayala, que los miembros de este
cuerpo que camino las calles de cuatro naciones testigo de la grandeza de los
Incas.
Cuando abandone mi tierra deje
parte de mi corazón en ella… me lleve a mi tierra en el corazón y no deje de
ver, como me alejaba lentamente de ella, camino a tierras desconocidas, frías o
quién sabe si encontraría amigos en esa llegada, con temor, expectativa y una
mirada perdida aterrice en el las tierras mas frías que jamás había sentido.
Cafayate, Argentina. Unos niños en un barrio popular. |
Perú lleno de colores verdes,
oscuros, grisáceos y con alegría en el rostro de aquel amigo que pronuncio mi
nombre entendí que no importa donde estés somos hermanos y no solo por religión,
es decir la tierra con la que estamos hecha palpita desde las entrañas de la Pacha
Mama.
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